El domingo tuve la oportunidad de visitar el museo de «Coches de cine» situado en la localidad de Yuncos (entre Madrid y Toledo). «Coches de cine» pertenece a la familia Pavia. Amantes de los coches clásicos, los restauran y alquilan para cine y televisión. Sus automóviles han aparecido en títulos como «Las 13 rosas», la saga de «Mortalelo y Filemón», «El espinazo del diablo», la más actual «Balada triste de trompeta», la serie «El tiempo entre costuras» o anuncios varios.
Además de automóviles cuentan con motos de lo más curioso, furgonetas y hasta camiones.
Fue una visita guiada deliciosa en la que Javier, uno de los responsables del negocio nos iba contando las peculiaridades de los coches (como que los automóviles tuvieron un desarrollo más lento en Europa ya que en E.E.U.U era más habitual que la gente tuviera coche, mientras que en Europa era algo exclusivo de las clases más adineradas), nos enseñó la evolución del diseño (cómo inicialmente parecían coches de caballos con motor y como poco a poco la aerodinámica fue cobrando importancia y trajo consigo formas más redondeadas), o nos explicó que el cochecito que hace de policía en la película «Cars» está inspirado en un modelo como el que veis en la foto, un Buick Eight.
Pudimos ver coches desde los años 20-30 hasta más modernos de los años 80-90 (ideales para los nostálgicos), incluso tienen expuesto este coche que perteneció a Alfonso XIII.
Pedí permiso para subirme en uno, un MGA roadster descapotable maravilloso que han reconstruido pieza a pieza, y me saqué la foto que veis a continuación.
Entre todas las maravillas que vi es difícil elegir, pero creo mis favoritos son:
Este precioso BMW Isetta con la puerta delantera y techo abatible (ya sabéis que adoro los coches pequeñitos).
Este Austin Healey 3000 MKIII rojo descapotable que además de ser precioso y tener una línea deportiva maravillosa todavía puede alcanzar grandes velocidades gracias a sus 150hp y a su ligera carrocería de aluminio.
Y cualquiera de los coches de los años 40, como este Citröen 11, que por cierto sale en la miniserie «El Rey» de Telecinco.
Si te gustan los coches clásicos os recomiendo que os paséis, es una parada imprescindible para cualquier amante del motor (y su historia) y un plan ideal para pasar un día muy agradable haciendo algo diferente. Además está solo a 30 minutos de Madrid. Yo por mi parte volveré, me quedó pendiente una foto en el sidecar de la Harley del 61.